El 27 de septiembre de 1975 se ejecutaron las últimas penas de muerte firmadas por Franco.
Los fusilados fueron dos militantes de ETA y tres del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico), cuya condena generó una amplísima protesta internacional que no hizo temblar la mano del dictador, ya agonizante.
En Aachen se tomó la Catedral por primera vez esa mañana, pidiendo la condena del Obispo mediante FAX al dictador.
No se reconoce a nadie más que a Chiquitón al fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario